¿Por que les molesta?

Hace apenas unos minutos estaba recostado en la cama de un hospital , con Mio, hasta que una enfermera la hizo salir de mi cuarto . Seguido, lo último que recuerdo fue que la "supuesta enfermera" me inyectó algo y ahora desperté aquí.

Atado de pies y manos estaba , en una cama en una especie de celda. ¿Que pasaba ahora? No entendía nada, solo que era prisionero en quien sabe donde.

-Dios... este lugar está minado de vampiros -dije , se sentía, había por lo menos una docena de ellos.

Salí del hospital aterrada, pero a su vez decidida a ayudar a Zero quién había sido secuestrado por aquellos vampiros estúpidos que formaban parte de mi clan...eran muy peligrosos, así que tomé ambas espadas, las cuales había robado de esa misma mansión donde ahora estaba el cazador.

-Zero...solo espérame- susurré mientras corría yendo a donde estaba el clan. Llegué a la casa aquella y me metí por una de las entradas que estaban en el techo...conocía perfectamente todos los lugares escondidos.

Terminé en uno de los lugares más alto de la residencia Akiyama y me escabullí tratando de persivir donde estaban ellos, seguí mi olfato y llegué a una pequeña ventana que daba al dojo, donde estaban todos los vampiros reunidos, con sus ojos rojos, sed de sangre y rostros asesinos aquellos que tanto odiaba.

Escuché atentamente su conversación

-El cazador que está en el calabozo es muy fuerte, y no puedo ni tocar su arma- dijo uno de ellos mostrando su mano lastimada, pero la Bloody Rose a su lado, puesto que al parecer la habían encontrado en alguna parte del hospital.
-Tendremos que matarlo lo antes posible- agregó otro que fue interrumpido bruscamente por el líder -Primero hay que esperar a que llegue la vampirecita Mio, que de seguro vendrá a salvarlo- corrigió el lider Matsuhina Akiyama, el cual era un hombre de pelos castaños no tan grande de edad. Eso hizo que mi sangre hirviera, y mi reacción también logro que los vampiros me persivieran -Esta aquí...- dijeron al unísono y yo me escondí Idiota

Lo único que quería era trae a Zero de nuevo sano y salvo, él estaba muy herido y no iba a permitir que le hicieran daño alguno.

Y otro vampiro más había llegado, pero su esencia era diferente -No Mio... largo de aquí -susurré algo enojado pues no me agradaba el hecho de que hubiese venido.

Entonces alguien entró, una mujer algo parecida a Mio, suponía alguna tía o algo, pues sabía que los padres de ella ya no estaban vivos. La mujer tenía el cabello excesivamente largo, muy por debajo de las caderas, sus ojos carmesí resaltaban en la oscuridad en que estábamos y un sonrisa algo macabra se mostró , dejando ver sus largos y afilados colmillos.

-Hmm tu sangre, desde aquí se nota deliciosa -habló llevando su dedo a mi pecho y luego a mi cuello, descaradamente - Hací que tú eres el causante de tanto alboroto ¿que se siente abandonar tu adorada asociación por una simple vampireza ? -dijo susurrando a mi oido.

-Eso no te importa- dije como pude, estaba preocupado por lo que Mio estaba haciendo

Decidí dejar de oír la horrible conversación de aquellos hombres que ya habían detectado mi presencia, para luego dirigirme a una de las seldas, donde persivía el aroma de Zero Te encontré dijo mi mente, cuando persiví otro olor el cual también conocía Hayane reconocería el hedor de mi tía por más lejos que esté; ella era la hermana menor de mi madre...y ambas se parecían demasiado a mi, lamentablemente. Eramos como cuatro pequeños clones, cuatro, porque yo tenía o...tengo una hermana gemela.

Me escondí en el piso que estaba justo arriba de la selda aquella, mirando por la rejilla que estaba justo allí. Todos los cuartos estaban conectados con una pequeña ventila entre si, lo que hacía que la rejilla esté allí.

No hice ningún movimiento, no iba a dejar que me viera ahora; aún así ella era muy débil en lo que era la pelea, al igual que todas las mujeres de mi clan, pero aún así eran peligrosas porque su sed de sangre es muchísimo mayor que las de los hombres.

Zero de seguro había persivido mi presencia, y eso haría que se enojara...no lo iba a dejar solo...todo esto era culpa mía y de alguna forma lo iba a remediar.

-Eres muy arrogante- susurró la mujer acariciando mis cabellos con suavidad, cerré los ojos un momento tratando de pensar pero luego los abrí de golpe al sentir su respiración posarce en mi cuello -No se te ocurra morderme maldita -escaparon mis pensamientos de mi mente y me maldecií por ello al sentir que lamía mi cuello entonces, como provocandome.

-¿Crees que estás en posición de protestar? -dijo pero luego se apartó -¡Oh! tenemos visita! -dijo , -Mio-chan.... -susurró

No.. por favor no vengas...

Respondí a su llamado y salté de donde estaba rápidamente; me paré entre ella y Zero -Hayane chan; tanto tiempo- sonreí maliciosamente sacando mis espadas, puesto que conocía sus intenciones...traté de seguirle la corriente y me acerqué a la pelinegra que se parecía a mi.

Caminé alrededor de ella, intimidándola, la vampiresas de mi clan si que eran patéticas...y pensar que yo era igual me daba repugnancia -Así que quieres su sangre...- le miré fijo y luego reí -Es mia- terminé con seriedad mostrando la espada.

-Mio, Mio, Mio...eres igual que tu madre- tomó mi cachete como si fuera una niña pequeña -Como si te gustara la sangre- al parecer no había caído en el chiste Maldición repetí en mi mente -Sabes?- sonrió con tono dulce -Tu hermanita está viva...y de seguro vendrá por él-señaló a Zero...yo de mi lado me sorprendí de tal manera cerré mis puños con fuerza -Tienen los mismos gustos- rió maliciosamente mientras me molestaba con aquel juego mental que hacía desde que yo era pequeña.

-Mio vete de aquí -dije algo fuerte , ella seguramente no me escucharía y se quedaría a tratar de sacarme de ese lugar. Y yo me sentía patético estando atado de manos y pies.

-Oh, la diversión no ha comenzado pequeño cazador -dije en tono juguetón y sonriendo en forma maliciosa - Niño, fuiste capaz de matar a un gran cazador y seducir a mi sobrina... me puedo esperar muchas cosas de tu parte, pero... sería mejor que te eliminara pronto -

-Tsk- refunfuñé al escuchar a la molesta de mi tía, siempre se comportaba de esa forma la cual era tan...arrogante -¿En serio crees que te dejaré hacerle daño?- dije seriamente mientras me seguía acercando a la mujer, no me estaba comportando como lo hacía siempre...pero aquella era la única manera de tratar con vampiresas deseosas de sangre.

Al escuchar lo que dije, rió de una forma fuerte y maliciosa, sus ojos se pusieron rojos y sus colmillos salieron más que antes; apreté mis armas fuertemente y me quedé quieta -Mi sobrina es toda una adolescente- ahora era ella la que se acercaba -Ahh, quisiera volver a aquellas épocas hace más de 1OO años en los que estaba en la preparatoria y podía hacer lo que quería cuando quería- arqueé una ceja confundida -Tu me estás dando la oportunidad de comportarme como quiero- susurró acercándose a Zero y relamiendo sus colmillos, puesto que se denotaba que estaba deseosa de su sangre. Quiso acercarse a su cuello, pero no pude evitar correr hacia ella y tomarla del cuello de su blusa para ponerla contra la pared...estaba realmente furiosa y ella aún así reía y reía como si realmente supiera lo que iba a pasar.

Mio se abalanzó molesta sobre la mujer y yo me sorprendí demasiado, ella la tenía arrinconada y aún así esta parecía no tenerle ni una pisca de miedo, y seguía riendo como una desquiciada. -Atrévete.. . cortame el cuello si quieres, un arma que no sea una antivampiro no tiene efecto en mi, una pelea entre ambas sería eterna -le dijo y yo suspiré.

Las peleas entre familiares muchas veces tenían esos efectos. Raramente se podía ver a un vampiro matar a alguien de su propio clan.

-Pero... prueba si quieres -dijo arrogante- La única manera sería que tengas un arma antivampiros, y sabes bien que no puedes ni tocarlas-

Eso es mentira... me dije a mis adentros, Mio extrañamente podía usar mi blody rose. Pero eso ahora de nada servía por que no la teniamos disponible. ¡Demonios! ¿que podiamos hacer? -¡MIO SUELTAME! Yo la matare! -exigí forcejeando

Cerré los ojos con fuerza, enojada por la reacción de la chica. La solté dejándola en el suelo y luego escuché las palabras de Zero.

Arma antivampiros, solo podía usar la Bloody Rose, ahí fue cuando se me cruzó el recuerdo de aquel vampiro que tenía el arma en el dojo y una sonrisa apareció en mi rostro.

Conocía las debilidades de mi tía y tenía el plan perfecto; me acerqué a ella y sin sacar mi sonrisa la tomé de su largo cabello, para tomar mi navaja y cortarlo hasta el punto que llegó a sus hombros. Fue un movimiento rápido, Hayane estaba sorprendida y yo tomé aquella gran cantidad de pelo negro y la dejé en el suelo, provocando un gran enojo en ella.

Salí de la selda y la mujer fue detrás mio, por lo que hice definitivamente trataría de matarme ante cualquier cosa -¡Zero, espérame, ya vuelvo!- grité antes de desaparecer de su vista.

Llegué al dojo y una gran cantidad de vampiros que estaban allí vigilando el arma, al notar que no me habían visto fue fácil dejarlos inconscientes con mis espadas. Tomé el arma y un gran ardor surgió en mi mano, pero eso no me impedía usarla -Imposible- dijo Hayane mirándo con sopresa. Volví a la selda con la Bloody Rose y me acerqué a Zero para desatarlo y darle el arma -¡Acaba con ella!- le dije mientras trataba de acorralar a aquella vampiresa que se veía totalmente distinta con el cabello así...definitivamente querría matarme.

Mio salió de la celda, dejándome a mi atónito ante sus acciones tan rápidas y repentinas. Esto andaba mal... pero al sentir que me desataba suspiré aliviado al parecer, todo mejoraba Pero solo es el comienzo... oí decir a mis pensamientos y tomé mi blody rose, aún estaba débil para disparar descontroladamente como lo haría estando así de furioso asi que decidí dar solo un certero tiro justo a la frente de la vampireza quien cayó muerta al instante.

-Vamonos ahora -le dije a Mio, yo estaba en malas condiciones y no quería que ella saliera lastimada, sabía que la blody rose de por sí ya la había lastimado de alguna manera al solo tocarla y otra cosa más y yo estaría fuera de control y sin fuerzas suficientes para luchar.

-¿Para qué? Escapar ahora...pero luego volverá a pasar lo mismo; ¿Si vuelve a pasar y no me entero? ¡¿Qué pasaría si te hacen algo?!...no me lo perdonaría- dije con un tono fuerte, serio y decidido, pero luego no pude evitar correr hacia él y abrazarlo fuertemente -Creí que llegaría y estarías muerto- susurré...en ese momento luego de algunos segundos, con el abrazo volví a atarlo de pies y manos...es ella...sentí su presencia que fue lo que me llevó a atarlo nuevamente -Lo siento- dije para luego notar que ese aroma se acercaba.

-Oh, vaya vaya, miren con quienes me encontré- se escuchó una voz idéntica a la mia y me tensé...me tensé mucho. Me volteé y allí estaba ella, alguien exactamente igual a mi...rostro, altura, cabello, hasta las ropas eran parecidas -Shio- susurré mirándole fijamente, ella no era tan peligrosa para un vampiro, pero si lo era para un humano o un cazador...puesto que su nivel de clase E era tan alto que había conseguido fama en el clan Okada por matar a muchos miembros.

-Pequeña hermanita, tanto tiempo- siempre había sido considerada la menor entre nosotras dos, puesto que yo había nacido un minuto después. Yo seguía estática, no sabía que responder ni que hacer...ella ¿Atacaría?.

-No mio, no pasará nada -dije mientras correspondía ese abrazo suyo, pero una presencia se sintió en el lugar y lo sgte que pasó me sorprendió de sobremanera. Mio me ató nuevamente de pies y manos , se apartaba de mi y otra cosa más una vampireza llegó al lugar, identica a mio , sus ojos ,su cabello su piel... eran gemelas. Pero su esencia era distinta, ella emanaba un aura maligna muy diferente a la de Mio.

-Mio , que haces .. sueltame! -exigí forcejeando contra las cuerdas que me amarraban pero era inútil, yo aún no me había recuperado de lo que había pasado en la mansión Okada dos dias atrás-

-Jo... mi hermanita tiene un gusto excelente -dijo la vampiresa- Mi nombre es Shio , cazador ... -susurró algo bajo para que apenas se escuchase un tono algo seductor, totalmente opuesto al de Mio - ¿Ya probaste su sangre neh? -cuestionó, Mio seguía allí estática como si hubiese visto al mismísimo demonio parado frente a ella. -No lo creo.. -en un movimiento rápido apareció junto a mi y se posicionó en mi cuello, mirándolo atentamente y frunció el seño - ¡DIJISTE QUE NO BEBIAS SANGRE HUMANA! -dijo algo enojada - Las marcas siguen en su cuello, y son tuyas! tu olor está en todo su cuerpo aún! -reclamó y me relamió el cuello- Aún así... -cerré los ojos molesto, no podía hacer nada- Su sangre huele tan bien... -y ahí ocurrió, ante la shockeada mirada de Mio, su gemela me mordió... haciendo aparecer un dolor indescriptible en mi cuello, era... era raro, con Mio eso no había ocurrido.

Me quedé estática, más de lo que estaba, al ver como Shio clavaba sus colmillos en el cuello de Zero me enfurecí de sobremanera; sentía que todo mi ser se derrumbaba -T-tu- se notaba que ella no quería matarlo, sino molestarme. Bebió solo un poco de su sangre y sacó sus colmillos, se relamió con orgullo y yo no pude evitar sacar ambas espadas y acorralarla contra la pared.

-¡¡Idiota!!- exclamé enfadada mientras la apretaba cada vez más contra la pared -¡¿C-como..?!- las palabras no me salían, lo único que quería hacer era que ella desapareciera, así como lo había hecho estos años.

Le miré y recordé todo, yo había pasado muy buenos momentos con ella pero la sangre...la sangre había derrumbado todo -Eres un asco- dije -Lo único que sabes hacer es beber sangre- seguí -Típico...eres solo un vampiro clase E- con eso, el rol cambió, ahora ella giró, quedando encima mio -Si tu te hubieras afiliado a lo que realmente eres, estaríamos juntas y nadie estaría sufriendo- recalcó ella, si, ambas queríamos que esos momentos en los que eramos felices disfrutando de la música volvieran...pero ahora a mi me importaba otra cosa.

No tenía la intención de matarme, solo jugar conmigo y con Mio, y lo había logrado , ella había reaccionado de la peor manera posible abalanzandose sobre Shio, y eso solo era un simple juego para que mio se confiara demasiado y se enojara para luego ella poder hacer su movimiento .

-¡MIO! -Grité tratando me escuchara pero ese solo grito me hizo marear completamente, la sangre era ahora escasa en mi cuerpo - No... no dejes que te deje enojara facilmente... -cerré los ojos estaba demasiado débil.

-Aww es amor ¿no es cierto? -su gemela respondió y le dió una bofetada a Mio - ¡Todo esto es tu culpa hermana mia! -gritó nuevamente apartándose y sacando una katana, la llevaba en su espalda-

Escuché las palabras de Zero y me tranquilicé, o al menos traté de hacerlo -Ya se que es culpa mia ¡¿Crees que no estoy tratando de remediarlo?!- exclamé molesta mientras me paraba igual que ella y tomaba ambas de mis espadas.

Estábamos una frente a la otra -De aquí, sale viva una sola- dije seria mirándola a los ojos, ambas los teníamos rojos y nuestros colmillos estaban afuera, más blancos que nunca.

Comenzamos a pelear; primero ella se me abalanzó tratando de atacarme con su katana, pero lo esquivé haciéndole un corte en la cara. Ella imitó el movimiento, furiosa. Comenzamos a pelear, nuestras armas chocaban, ambas estábamos lastimándonos una a la otra...si una había lastimado su brazo, la otra hacía lo mismo...aunque no nos guste, éramos gemelas y sin poder evitarlo hacíamos lo mismo.

Se veía como dos clones peleando; cada tanto, miraba de reojo a Zero para fijarme que esté bien.

De un momento a otro, sentí un golpe que me tiró al suelo y ahí fue que tenía su katana frente mio, cualquier movimiento y me la clavaba -Hermanita...¿Sabes? puedes cambiar...solo bebe sangre humana- dijo ella "dulcemente" a lo que yo solo negué con mi cabeza.

La pelea seguía y yo estaba allí sin poder hacer nada , sus heridas eran inútiles ellas no podía matarse una a otra siendo gemelas.

-¡Usa a Blody Rose! -dije como pude , aún segúia atado y eso era frustrante -

-Oh no, no lo harás -dije la vampireza Shio tratando de impedir eso pero en un movimiento brusco tropezo -

Al escuchar las palabras del chico, tomé la Bloody Rose en manos y apuntando a Shio la cual me veía sorprendida -Un arma anti-vampiros...¿Cómo es que puedes usarla?- dijo ella parándose torpemente mientras me miraba anonadada -Yo se que no puedes dispararme, no lo harías- agregó con lo cual yo dudé. Noté que ella se abalanzó hacia mi, nuevamente, lanzó unas navajas que se desviaron y cortaron las sogas que tenían a Zero atrapado lo que lo hacía libre nuevamente, finalmente yo quedé entre la katana y la pared.

Ella si estaba dispuesta a matarme, cerré los ojos y al ver que iba a dar el movimiento final, disparé con la pistola, dándole justo en el pecho.

Shio cayó en mis piernas, a punto de cerrar los ojos...le miré algo arrepentida de lo que había hecho, después de todo, era mi hermana -Mio...-susurró ella en aires -Lo lograste...- volvió a susurrar -¿Q-qué?- no sabía de lo que estaba hablando, se suponía que quería matarme -Todos estos años...perdón, Mio...aguantaste el hecho de ser vampiro sin dejarte caer en lo que es la sed de sangre; tu no eres una vampiresa clase E- sus palabras eran totalmente opuestas a las anteriores, ella me estaba pidiendo perdón y con sola esa palabra no iba a dudar en perdonarla; una lágrima cayó por mi rostro -Shio- susurré.

Abracé el cuerpo de mi hermana que no se movía -Estoy orgullosa de tí, hermanita- susurró en un último suspiro para cerrar los ojos; me desesperé, sabía que ella no volvería a despertar y yo había acabado con ella -¡¡Shio!!- ahí fue cuando las lágrimas comenzaron a salir sin compasión alguna, la abracé más fuerte aún y hundí mi cabeza un su hombro -Shio, ¡¡Despierta!!, por favor...-sabía que era tarde y no había solución alguna. Me sentía destrozada.

Ella era mi hermana

Observé tal escena parecía algo tétrico, muy tétrico ciertamente , desesperante a la vez. Quería acercarme a Mio y consolarla , esto seguramente era muy duro para ella. ¿Qué crees? oí a mi mente Tu sabes bien lo que perder a un hermano se siente Touche...

-Mio...-susurré acercándome lentamente. Ella seguía aferrada al cuerpo de su hermana gemela. -Ella... ella lo hizo todo por tí -dije , eso había atinado a oir de los labios de la inerte pelinegra -Ahora.. ella está en un lugar mejor... -hablé otra vez y me puse a su altura , no podía acercarme demasiado pues ella seguía con su gemela en brazos.

Sentí como Zero se acercaba a mi, no subí mi mirada y saqué a Shio de mis rodillas para colocarla suavemente a un costado del suelo, la acomodé -¿Por qué...- susurré -¿Por qué a cada persona que me acerco, quieren hacerle daño?- dije sin pensar -A ti, a Kanade, a Shio...- me paré y todavía sin levantar la mirada terminé -Sería mejor...que no se acerquen...así nadie ni los de mi clan ni los de la Asociación podrá hacerles daño- terminé, no sabía lo que decía, estaba demasiado deprimida como para pensar en lo que estaba diciendo.

Oí sus palabras, y la comprendía. Acababa de perder algo muy valioso Tú sabes lo que se siente perder a tú gemelo... oí palabras de mi cabeza y las omití pues eran ciertas. Ella se levantó, dejando a Shio en el suelo, mirá a la inerte en el suelo y suspiré , luego me lavanté y le abracé por detrás, ella era ciertamente mucho más pequeña que yo. Apoyé mi cabeza en su hombro, encorbándome y hablé lento y con tono comprensivo y dulce, -No le has hecho daño a nadie, Mio-chan... -susurré y me moví un poco hasta su oído - Las cosas malas, no son culpa de nadie, sin embargo , hay que saber enfrentarlas, no me alejaré de tí, nadie lo hará -le animé abrazándola aún por detrás pero fuerte contra mi pecho -Yo te amo... no me apartaré de tú lado, así deba morir por estar contigo -aclaré en tono decididó.

Me sorprendí al sentir su calido abrazo y no pude evitar sonrojarme levemente. Aún así, el sabía como animarme, sus palabras eran especiales para mi...de la persona correcta.

Era el más calido abrazo que había sentido hasta ahora, me quedé en esa posición unos segundos y coloqué mis manos sobre las suyas, reforzando el abrazo.

-Gracias...Zero- susurré para luego levantar mi rostro y de imprevisto acomodar mi cabeza frente a la suya. Me acerqué y junté mis labios con los suyos, realmente él me daba un motivo de alegría...un motivo para olvidar los malos momentos.

Sentí que se movía, y cuando selló sus labios contra los mios, solo continué aquel dulce contacto que teniamos y le miré, tan delicada como era, no comprendía del todo, pero si sabía que la amaba.

Solo me separé cm de su rostro para respirar ¡Dichoso aire! me quejé mentalmente y le sonreí pequeño pero dulce -¿Te sientes mejor? -me animé a preguntar.

Me separé centímetros de él cuando hizo falta de aire y le abracé escondiendo mi rostro en su pecho.

-Si- susurré aún de esa forma, aunque interiormente tenía una sonrisa. Recordé aquellas palabras que antes -Lo siento...por lo que dije antes- dije en un tono poco audible y se reí levemente -Separarme de ti...esas palabras ni yo me las creo- terminé reforzando aquel abrazo.

-Se que solo fue el momento, yo no permitiría que te apartases de mi lado a estas alturas -le hablé y la abracé más fuerte por un instante algo largo y luego separnos. La alcé en brazos y le sonrei al notar la sorpresa en su rostro -¿Nos vamos ? -le dije en tono sutil como si nada pasase ya.