La luna que nunca llega~ [Shiro and Tenshi]

Caminaba a paso lento por el cementerio, distrayéndome con las escrituras en cada una de las lápidas. Era de noche, más o menos las 12 , no sabía por que había ido a ese lugar. Solo quería estar sola , pensar. No tenía deseos de nada y mi humor no era muy bueno.

Miré al cielo,la luna estaba en lo alto, no era luna llena pero me recordaba muchas cosas. Era extraño pero hacia tiempo que no pensaba en él, quizás por todas las cosas que habían pasado.

-Vamos kanade, no importa- me dije sin dejar de caminar

Caminaba por el cementerio buscando distraerme un poco, muchas cosas habian pasado, y muchas cosas habia perdido, mejor dicho, a muchas personas.
Hacia bastante tiempo que había huido, los cazadores seguian buscandome para intentar matarme, ya que en todo este tiempo yo escondia la verdad de ser un licantropo.
Segui caminando a paso lento y en un momento dado me detuve para mirar al cielo. Supongo que debo olvidarme ya del pasado... Decia mientras volvia a caminar, era una vida de vagos, pero que yo mismo busque. En cierto momento, detuve nuevamente el paso y mire hacia delante, a una buena distancia se encontraba la persona a la que crei que nunca volveria a ver, no sabia si acercarme o marcharme de alli, pero algo me impulso a hablar. Tenshin?... dije para llamar la atencion.

Seguía con mi extraño paseo entre el montón de lápidas hasta que algo me llamó la atención. Sentí la conocida presencia de alguien, pero me llamé loca a mi misma pues no podía ser así. Suspiré sin dejar de caminar hasta que oí algo "Tenshin" su voz.. ¡Era su voz! Temí voltearme y encontrarme con sus ojos turquesa pero más temí que al voltearme no me encontrara nada.

Volteé al final y le ví parado allí. Tan igual que siempre...

-Shiro...-susurré , me quedé estática mirándole. No sabía si nuestro encuentro era algo bueno o malo. Muchas cosas habían cambiado.

Solo vi como ella volteo a verme, me quede parado mirandola, no había cambiado nada, almenos para mi, tarde un poco en reaccionar. Me alegra verte denuevo, Tenshin... como has estado? Espero que no intentes matarme...Dije para no quedar en tanto silencio. Enverdad me alegraba mucho volver a verla, exactamente como la recuerdo, me dieron ganas de abrazarla, pero sabia que ya estaba con alguien mas, tal vez despues de todo no la merecia.

Le miré confusa y caminé acercándome un poco más hasta él. Seguramente, en el pasado lo hubiera abrazado , pero ahora todo pintaba de manera muy diferente. ¿Intentar matarlo? Quizás ahora los cazadores lo perseguían, yo estaba igual.

-Ya no soy una cazadora, me salí de la asociación hace un tiempo, maté a medio clan Okada... -dije y suspiré sin mirarlo demasiado. Quizás el sabía algo de eso, no estaba segura. -Ya no quiero ser un arma para ser utilizada -comenté. -¿Te persiguen no es verdad? A mi también, pero en la Academia no pueden tocarnos... -dije tratando de darle un poco de seguridad.

Observe como se acercaba a mi y oí todo lo que dijo. Me entere de todo lo que hiciste, y se que no pueden tocarnos en la institucion pero... Hice una brebe pausa y mire hacia la luna. Yo no puedo volver, no despues de estar ausente tanto tiempo, necesito el permiso del director... volvi mi mirada ceria como siempre hacia ella y me quede asi.

Suspiré imitando su actuar y miré la luna también.
-No creo que te niegue la entrada, sabes que puedes hablar con el facilmente -comenté y eché un ligero bostezo.

Las cosas podían cambiar tanto entre dos personas. Eso era tan .... era tan raro.

-Je, supongo que ahora me tratan de loca por matar a los de mi clan, -rei de forma irónica - Si la gente supiera todo lo que hicieron... -hablé y fijé mi vista en el - Pero dime, ¿a dónde te fuiste? No he sabido nada de tí en meses

Desvie mi mirada de la suya al oír la pregunta, siempre creí que ella sabia el por que estuve ausente tanto tiempo. Bueno.. supongo que naide te conto... suspire y segui. Los cazadores, los que creia que eran mis compañeros, luego de enterarse de que yo era un hombre lobo, me enviaron a una mision falsa lejos del instituto y la ciudad para intentar matarme. Dije en voz baja pero audible y baje la mirada. Recuerdo que asesine a todo el bando de cazadores que intentaron matarme, tuvieron mala fortuna esa noche ya que era luna llena. Luego de eso, no pude volver al instituto..., no podia luego de lo que habia hecho. Simplemente quede parado en el lugar sin hacer ni decir nada mas.

Noté que desvió el mirar hice como si no me hubiera dado cuenta. Seguro tenía sus motivos pero al oirlo no supe que decir. Yo no había sabido nada de él en meses y me contaba esto .

Era... era... era la razón por que había dejado de ser una cazadora de la asociación. No se podía confiar en ellos, te traicionaban en cualquier momento. -No somos muy distintos... -dije sin pensar algo que pasó por mi cabeza. Ambos habíamos logrado que los cazadores nos siguieran, ahora eramos "presas" -Solo somos presas para ellos... y pensar que antes eramos sus "camaradas" -reí- No podemos confiar en nadie, no pude confiar en mi clan, nisiquiera se si puedo confiar en mi misma-allí una sonrisa estúpida se formó en mi rostro y el recuerdo de Sasuke volvió a mi cabeza pero rapidamente quité eso. Además Shiro sabía que yo estaba "loca" por así llamarlo. No era necesario explicar que en cualquier momento podía perder la razón.-Vuelve conmigo a la academia Hitsugaya -solo lo llamaba así cuando las cosas estaban serias. Cuando hablaba en serio usaba ese nombre con él -Allí ninguno correrá peligro.

Oí letra por letra todo lo que dijo, hasta pronuncio mi nombre, y sabia que hablaba encerio cuando lo hacia. Lo lamento, pero ya dije que no lo hare. Dije y mire nuevamente la luna, siempre me relajaba ver la luz de la luna en las nochez.

Fruncí el entrecejo al oir su respuesta pero por alguna razón una parte de mi me decía que así sería.

-Puedo obligarte a hacerlo -dije llevando mi mano a la empuñadura de mi kuroyami -No hay luna llena, no tendrías ventaja sobre mi ¿lo entiendes verdad? -pregunté sin tensarme ni nada - No quiero... -bajé el mirar como buscando como seguirían mis palabras -No quiero que te hagan daño, se razonable -exigí entonces sin mirarlo, pero aún así mi tono era autoritario.