Un comienzo ...

Caminaba alrededor de la academia ya que, sabía que no iba a dormir. Aún así estaba esperando que la luna salga, aquella maravilla que cada noche aparecía y hacía que mis ojos se volvieran rojos como la sangre que se suponía que una vampireza como yo bebiera.

Pasé por la parte de la entrada y logré divisar a un chico de pelo plateado y un extraño color de ojos, alguien bastante interesante a mi parecer.

Me acerqué lentamente y sin cambiar mi expresión, solo una pequeña sonrisa saludé -Alguien nuevo, ¿eh? Soy Mio, Akiyama Mio.

Pude notar la presencia de alguien, una vampireza mejor dicho, no pude evitar llevar mi mano hasta donde reposaba mi arma, pero algo en esa vampiresa me decía que no era necesario por ahora

Volteé a verla cuando oí su voz y entonces eché un ligero bostezo antes de responder.

-Si, soy nuevo por aquí -dije sin aires de nada - Soy Zero Kiryuu -hablé otra vez y llevé mi mirada al cielo, más exactamente busqué la luna allí arriba

Lo miré de reojo y noté que su vista estaba dirigida al cielo, al parecer buscaba la luna al igual que yo.

-Veo que a pesar de ser humano, te gusta la luna- dije sin apartar mi mirada del cielo para luego divisar el esperado satélite que, por más que sea de día, hacía saber su presencia -Pronto se hará de noche- sonreí levemente esperando tal hecho.

Examiné al chico con la mirada y pude notar que en su bolsillo había una pistola -¿Cazador?- pregunté sin aires de nada.

No pude evitar soltar una risa sarcastica por lo de "a pesar de ser humano" si, yo era humano y odiaba a los de la raza de ella, pero con el tiempo había aprendido a vivir con ellos, y solo buscar la muerte de aquellos que lo merecian. Quien sabe , quizás ella me odiaba solo por ser un humano, no lo sabía.

-Si, algo así -hablé bajando el mirar y posandola sobre ella- El último de un clan -hablé y cierto tono de broma se dejó oir en mi voz.

"El último del clan" habían sido las palabras que había dicho. Lo miré y sonreí a medias, no pude negar que era alguien interesante y misterioso desde mi punto de vista.

Sin dudarlo, me senté en una banca y miré el cielo que al parecer estaba oscureciendo de a poco. Sonreí, realmente esperaba que se haga de noche y que la luz del sol se apagara.

Le miré sentarse en una banca cercana y decidí sentarme a su lado, estaba oscureciendo de a poco y eso era en cierta forma tan relajante.

-¿Qué tal es el instituto? -pregunté comi si estubiera hablando con alguien que conociera hace mucho - Bueno, acabo de llegar de Inglaterra, no conozco mucho estos lares -aclaré sonriendo risueñamente como usualmente lo hacía.

Levante mis hombros ante su pregunta -Normal- dije observándolo mientras sentía que oscurecía y que la brisa aumentaba, realmente era relajante estar afuera en una noche que alparecer iba a tener un cielo lleno de estrellas.

-¿Vienes de Inglaterra?- sonreí notando que su gran sonrisa era contagiosa. Yo había visitado ese lugar cuando era algo más pequeña y me había parecido una buena experiencia -Que bonito- susurré refiriendome al lugar que conocía un poco.

La luz se había ido completamente y la luna estaba fuera...luna llena, no pude evitar mirar la luna con asombro por la forma en la que se veía. Mis ojos, como era natural, cambiaron a un color rojizo, ese color que caracterizaba lo que yo concideraba un castigo.

-Supongo que sí -hablé mientras recostaba mi espalda en el respaldo de la banca llevando mi mirada al cielo - Y... Tú ¿eres de aquí ? -hablé otra vez y luego algo cruzó mi cabeza. ¿crees que a todo el mundo le gusta hablar tanto como a tí? oí mencionar a mis pensamientos y no pude evitar soltar una risa ligera

-Si, soy de aquí- sonreí mientras miraba al suelo para luego dirigir mi mirada a él -En estos momentos estoy viviendo en el instituto, pero, la casa donde vive mi clan está adentrada en el bosque- susurré recordando a esos malditos vampiros

Al oirla hablar de su clan no pude evitar notar un pequeño rencor hacia el, resultaba en cierta forma extraño pero yo no era quien para juzgar aquello, pero aún así tenía también fama de curioso y la curiosidad me había superado, entonces decidí cuestionar algo.

-¿Por qué no te quedas con los de tu clan? -dije , no llendo directamente al grano, pero suponía que entendería el trasfondo de mis palabras.

Sonreí ante su pregunta, se notaba su curiosidad, no dudé en contestar -No me quedo, porque no puedo y tampoco quiero- susurré -No tengo atracción hacia la sangre humana y eso lo consideraron como deshonra, ya no formo parte de ese clan- agregué levemente para volver a mirar la luna con mis ojos rojizos por la noche. No podía evitar sentir interés ante la charla con el chico.

No pude evitar sorprenderme grandemente ante sus palabras, ¿una vampiresa que no bebía sangre humana? Desde pequeño te han enseñado que son las criaturas más embusteras de la tierra la voz de la razón habló en mis pensamientos pero había algo que me decía que ella no mentía, desde que pude sentir su presencia había algo diferente en ella, tal vez era eso.

-No lo hubiera imaginado -dije saliendo del asombro - Es raro y personalmente diré que es algo dificil de creer -le miré directamente a los ojos , ojos que denotaban un cambio completo de color Tipico de un vampiro otra vez la voz habló y yo suspiré -Pero, también es algo admirable...

-Es normal que no me creas- sonreí mirándolo -Pero es la verdad- susurré para luego mirar al suelo -Tengo un autocontrol bastante fuerte- dije para luego soltar una pequeña risa risueña, no muy normal en mi.

Noté que miraba mis ojos rojizos, aquellos ojos que odiaba, los cerré para disimular y se aclararan un poco mientras evitaba mirar la luna.

Noté que trataba de ocultar su mirar, tal vez le incodaba el hecho que se hubieran vuelto rojizos , pero si ella decía que tenía autocontrol no tenía nada de que avergorzarce.

Llevé una mano a su rostro alzándolo un poco y le sonreí alegremente.

-No tienes que ocultar tus ojos -dije sin apartar la mano - Son bellos, igual la luna que les da ese color -terminé y quité la mano de su rostro para luego llevarlo a mi cabello un momento .

Oh claro , típico de tí ,siempre tanta confianza con todos...

No pude evitar sonrojarme levemente ante su comentario, ademas de sorprenderme -Gracias- susurré con una pequeña sonrisa en mi rostro, Zero me estaba comenzando a parecer agradable y simpático, yo siempre había querido haber nacido como humano para poder ocuparme de aquellos mounstruos llamados "Vampiro clase E", esos mismos en los que se habían convertido mis padres y habían merecido la muerte.

-Aún así, nose para qué naci como vampiro- agregué con un toque de resignación.
Siempre había considerado que el ser vampiro había sido un castigo, pero no había hecho nada malo, al menos concientemente, para merecerlo.

-Y yo siempre me pregunté para que nací cazador -hablé sin mirarla , en un tono suave. Había notado que ella había comenzado a sonreir más relajadamente y eso , podía llegar a ser bueno. -Solo digamos que... es el destino, aunque no creo mucho en él -

Oh vamos Zero, tu no crees en nada se dejó oir en mi cabeza a mis pensamientos, y yo solo eché un suspiro pequeño

-El destino...- susurré mirando al cielo. Él me entendía al parecer, y eso me agradaba ¿Qué sabía yo, de lo que pasaban los cazadores en su vida? -El destino suele castigarnos o premiarnos...lo que nos toque- volví mi vista a él -Parece que no siempre se tiene suerte- dije en un leve tono de broma seguido de una pequeña risa.

La noche era cada vez más oscura, medianoche, se podía oler que ya había vampiros merodeando por el bosque o por el parque cercano a la escuela. Buscaban humanos de los cuales satisfacer su hambre, había algunos cerca,mi oido lo predecía y éste siempre tenía razón. Mi mirada cambió a un semblante concentrado y miré para todos lados buscandolos -Parece que solo quieren comida- agregué con una media sonrisa.

Asentí levemente por sus palabras, al parecer me llevaría bien con ella, pero luego me encerié de repente pues había presencias a nuestro alrededor, ¿Presencias? ¡Son vampiros buscando sangre tonto! Oí el regaño en mi cabeza y me levanté mirando al frente.

-Así que tu también puedes sentirlos -hablé mirandola a ella de reojo- Unos 4 o 5 más o menos -tanteé mentalmente una cifra antes de hablar- Si no te importa, iré a ver que no hagan nada fuera de lo común -hablé refiriendome a que podía beber sangre sin consentimiento de su victima y comencé a caminar hacia donde sentía su presencia -¿Vienes? -ofrecí deteniendome un momento.

Sonreí nuevamente ante su pregunta -Claro- respondí parándome de la banca y caminando hacia donde estaban esos vampiros. Nos adentramos en los árboles que estaban alrededor del instituto; en momentos como esos, agradecía tener la vista de vampireza.

Caminamos mientras el olor se hacía más fuerte hasta denotar la presencia de tres vampiros que estaban por atacar a una niña que sollozaba inconteniblemente -Vaya...así que piensan atacar a una inoscente niña, ¿Verdad?- en un rápido movimiento saqué mis pequeñas navajas -No lo creo- dije para luego mirar a Zero, que al parecer también parecía estar listo.

No pude evitar enojarme al ver lo que estaban a punto de hacer esos malditos, ¿una niña pequeña? Oh vamos, es su naturaleza asentí ante ese pensamiento y tomé a mi Bloody Rose del bolsillo dejando colgar la cadena que ella llevaba.

-Realmente algunos me asquean demasiado -hablé y cerré los ojos un momento, para que el color de mis ojos cambiara a uno rojo, casi similar a los vampiros , pero solo era un simple rasgo que adquirian por mi clan.

Sin siquiera notar nuestra presencia, esos vampiros , que estaban totalmente segados por su sed, se abanlazaron sobre la niña. Entonces en un movimiento certeró disparé una bala que se había encajado justo en el hombro de uno de ellos.

-Detesto que no me hagan caso -dije entre enojado y serio - Mio, ve por la niña por favor -hablé apuntando a los otros dos que estaban allí .

Ascentí con la cabeza y en un rápido movimiento ya tenía a la niña en brazos -Que lentos son- reí ante eso para luego sentarla bajo un árbol y sonreirle dulcemente para tranquilizarla ya que seguía llorando -Tranquila, no te pasará nada- le susurré mientras volvía a donde estaba Zero para lanzar mis navajas y terminar con uno de los vampiros.

Al notar que ya no había margen de error para disparar, disparé a ambos vampiros, a uno le dí en la frente y luego al sgte, al que ya había disparado antes le di uno en el corazón así terminando con ambos vampiros, o eso parecía.

-No se por que me siento intranquilo aún -le dije a Mio mirándola de reojo para luego caminar hasta donde estaba la niña e inspeccionar que estaba bien.

Al parecer estaba muy asustada -Ya estás a salvo -dije acariciandole el pelo .

-E-Ella... -habló apenas mirando a Mio, tal vez ella se había dado cuenta de que era una vampireza.

Al notar que se había dado cuenta me bajé un poco mi rostro -Eres especia pequeña, te diste cuenta de que yo soy una vampireza- susurré para luego agacharme y ponerme a su altura -Pero no te voy a hacer nada- agregué brindándole una dulce sonrisa para que tenga más confianza.

Yo podía no beber sangre, pero los humanos no solían confiar en mi, era lógico...aún asi con la niña pudo llegar a ser distinto.

Sonreí mientras me levantaba y miré a mi alrededor , al parecer no había ningún otro vampiro cerca.

-Bueno, tuve un bonito primer dia en este lugar -le dije a mio riendo levemente mientras guardaba mi pistola en el bolsillo de mi chaqueta. -Pequeña ,¿tu casa está cerca de aquí? -cuestioné viendo a Mio y a la niña pues no veía nadie que pudiera responsabilizarse por la pequeña.