Miedo, Necesidad y Sangre (Kanade, Mio, Zero, Sasuke)

Estaba caminando por la plaza que estaba junto a la vereda...estaba siguiendo a alguien que yo conocía bien. Una chica de pelo plateado y ojos marrones se dirigía a algún lugar seriamente y la curiosidad me estaba matando.

Caminó por un buen rato, y ni cuenta se dio de que yo la estaba siguiendo. De un momento a otro, llegamos a una casa y me escondí en un arbusto, hasta que de un momento a otro tropecé y quedé a la vista de la chica.

-Kya- solté un pequeño gritillo al caer al suelo Ya me vio pensé algo nerviosa.

Iba a paso rápido con Kuroyami en la cintura. Mi semblante era serio , excesivo diría yo y tan sumida en mis pensamientos estaba que no había notado un detalle. Alguien me había estado siguiendo.

Volteé rápido y noté quien era , me sobresalté y como pude la agarré de un brazo y literalmente la arrastré hasta los arbustos otra vez. La residencia Okada no era un buen lugar para un vampiro.

-¿Qué crees que haces siguiendome? ¡Estamos en territorio de cazadores MIo ! -dije exaltada mirando a la chica con seño levemente fruncido y mirando si no había nadie más.

-Gomeeeen, Kanade-chan- dije inflando mis cachetes levemente; ella era una de las personas que con más confianza tenía como para comportarme de esa manera -La curiosidad me estaba matando- agregué.

Nuevamente, con un pequeño movimiento, caí fuera de los arbustos con lo que provoqué bastante ruido, haciendo que alguien saliera de la residencia. Era alguien que tenía los mismos ojos de Kanade, pero cuando me vio éstos se hicieron más oscuros y brillantes.

-Oh...oh- terminé mirando al hombre algo nerviosa, aún en el suelo

-Mio ... -susurré y salí de donde estaba.

Noté a quien había salido tras semejante ruido. Tenía los ojos igual que los mios y su expresión, lo decía todo. Rapidamente saqué a Kuroyami y me puse frente a Mio -Ni te atrevas oji-san... -le miré con expresión fria. Y pude jurar que este tembló ,todos en la residencia Okada me temían cuando estaban solos pero en grupo era alrevez.

-Vine a hablar con Ichiro-sama -dije y luego levanté a Mio y la tomé de la mano para mayor seguridad- Y que nadie se atreva a hacerle nada, ella viene conmigo -entonces ambas entramos hasta un gran salon.

Me quité los zapatos y Mio también. Entonces caminamos por un largo y obscuro pasillo hasta el dojo de la familia.

-Por favor.. ten cuidado -suspiré - Tu no deberias estar aquí... -medité lo que pasaba y no sabía que hacer- Solo.. solo me llamaron por cosas de rutina.. espero sea rápido y nos vamos -le dije a la chica frente a mi para luego abrir las puertas del dojo y ver a un hombre canoso sentado en posición de loto en mitad del lugar.

Noté como Kanade me defendía de aquel hombre, el cual era algo aterrador, aún así parecía tenerle miedo a la chica y eso me hizo sentir segura.

Cuando entramos a la sala, vi a un hombre algo canoso sentado en una silla...bajé un poco mi cabeza al verlo, otro más que se me hacía demasiado aterrador y respetable; este me miró con una expresión de asco, y no pude evitar arquear una ceja ante eso.

Esperaba salir pronto de allí, el lugar emanaba un aire maligno hacia los vampiros como yo.

Suspiré ante la expresión de mi ojii-sama , si el viejo era mi abuelo. Era un gran cazador y ahora lider de mi clan, Pronto tú serás la lider, pequeña kanade.. oí sus palabras en mi mente y suspiré.

Caminé hasta más adelante seguida de Mio. Me senté sobre mis piernas y luego incliné la cabeza al piso con mucho respeto y cuidado - Solicitó mi presencia -dije sin mirarlo. Si lo hacía eso podría ser tomado como una ofensa

¿Pero no era peor traer a una vampireza? Si lo era, pero ya no podía hacer nada.

-Efectivamente... -dijo el abriendo sus ojos y haciendo un movimiento para que yo levantara el rostro y al hacerlo sentí una bofetada- No se que hace una vampireza aquí - me mordí el labio inferior ante eso - Kanade... tú no eres digna de tu puesto -hizo otro gesto y varios miembros del clan, con katanas en mano aparecieron.

-¡Kanade y esa serán encerradas para bien del clan! -gritó y los hombres se nos acercaron. No podia hacer nada, mi kuroyami la había dejado en la entrada por que no podía usarla en el dojo frente al lider y Mio ¿Qué pasaría con ella?

Sabía que algo así pasaría, ya la mirada que me habían mostrado desde un principio me había molestado un poco. No podía evitar sentirme culpable...tal vez si yo no la hubiera seguido, esto no hubiera pasado.

No podíamos hacer nada mis navajas y Kuroyami estaban en la entrada, así que ambas dejamos que nos llevaran a donde sea.

Terminamos en una especie de calabozo, ¿Qué clase de mansión tenía un lugar así?, era algo terrorífico y los del clan nos habían rodeado con katanas en sus manos -Kanade...- susurré

Nos llevaron hasta las mazmorras de la mansión para luego meternos en un calabozo. Obscuro y sucio. Nos pusieron grilletes en las piernas a ambas y también un grillete en la mano a cada una para mayor seguridad.

Ichiro-sama entró en la celda y comenzó a hablar. -Kanade ... tanto futuro tenía planeado para tí... con esa fiereza reflejada en tú mirar cuando alzabas orgullosa a tu guadaña -en ese momento me mostró a kuroyami en su forma de vara, pues solo yo podía darle la forma de guadaña a gusto- Sabes... el plan de eliminar a los vampiros, lo estábamos viendo en tú futuro, uno no muy distante ¿por qué lo arruinaste ahora? -me preguntó y yo solo desvié el mirar - Se que te has encariñado con algunos de esos detestables seres... -miró a Mio y luego una retorcida sonrisa me la dirigió a mi -Hay otro también, que me interesa... un Uchiha -abrí los ojos con sorpresa - Tal vez el no lo sepa, pero la sangre de ese clan , extinto, de vampiros es muy buena para forjar armas nuevas... tú sabes que los sangrepuras no abundan y él, sin saberlo es uno de ellos -Abrí grande los ojos al oir tal cosa y comencé a forcejear en contra de los grilletes.

-No te muevas pequeña Kanade , es en vano -luego miró a Mio nuevamente -¿Qué tienen ustedes que son tan engañosos? -le preguntó -Ahora engatusaste a un cazador de renombre.. .Kiryuu Zero ¿No sabías lo legendario de su clan? - miré a Mio con sorpresa ¿Zero? yo lo conocía , poco pero lo conocía. -Envié una nota a ambos, al Uchiha y al cazador para que vengan por ustedes dos, mataré al vampiro para uso de su sangre y al cazador se le dará un castigo por dejarse morder por una vampireza -habló desafiante mirandonos y luego saliendo de la celda haciendo rezonar la puerta de barrotes del lugar.

-Qué no vengan... por favor que no vengan -hablé para mi misma pero en susurros, no esperaba que Mio me oyese pero ahora estaba demasiado preocupada por todo. ¿Qué podiamos hacer más que esperar?

Me sorprendí, me sorprendí mucho...¿Cómo era que sabían de todo esto?, eso no me importaba ahora, estaba deseando que ninguno de los dos chicos apareciera -Zero...Sasuke- al segundo lo conocía, aunque muy poco.

Agaché mi cabeza y traté de moverme, pero todo fue en vano -Lo siento, Kanade- otra vez era mi culpa...¡Tendrían que encerrarme por curiosa! y no podía dejar de pensar en ello -Por favor, no vengan, que no vengan- susurré.

Recordé aquel momento, no debí haberle bebido la sangre de Zero Estúpida Vampiresa dijo la voz de mi mente, la cual por primera vez tenía toda la razón.

Estaba caminando por los alrededores de la academia. Hasta que un pequeño halcón se posó en mi hombro derecho , conocía eso, era el tipo de aves que usaba el clan Okada para enviar mensajes , ya sea a un cazador o a la asociación. Miré su pie y en él yacía una pequeña nota

Kiryu Zero
¿Creías que nadie sabría que dejaste tu sangre en manos de una vampireza? Pues, por ese motivo se te convoca a la mansión Okada para recibir el castigo correspondiente.

PD: Tenemos a la que se atrevió a beber tu sangre. Si no apareces, morirá más pronto de lo que debiera

Ichiro Okada...

Leí la nota con sorpresa y me impacienté. No esperé nada y salí corriendo velozmente , iba con el uniforme del colegio , no me importaba nada ahora. Saqué a mi blody rose por si algún cazador o vampiro intentaba algo y dejé arrastrar la cadena por el suelo aún a pesar de estar corriendo

-Mio .. solo espera ya voy -dije con decisión directo a la residencia Okada.

Estaba en mi cuarto del instituto, ya que era de día y no tenía clases, cuando un pequeño alcón negro se posó en mi hombro...sabía que eso era señal de que pasaba algo malo, tenía que ver con cazadores. En ave tenía una carta en sus garras la cual leí.

Uchiha Sasuke.
¿Creías que con solo convencer a Okada Kanade de que deje de cazar, todo se te iba a hacer más fácil? Pues, por ese motivo se te convocará a la mansión del clan Okada para que recibas el castigo correspondiente.

PD: Si quieres proteger a tu cazadora, mas te vale aparecer.

Sin esperar absolutamente nada, corrí hasta la mansión Okada para cumplir con mi promesa...yo protegería a Kanade cueste lo que cueste. En el camino, divisé a un chico corriendo en la misma dirección que yo; con una carta parecida en mano, para luego sin darme cuenta chocar con él y que mi carta se mezclara con la suya -Lo siento- dije apurado, pero luego leí su carta...

Iba corriendo a toda velocidad hasta que sentí que alguien chocaba conmigo. Le miré , era un vampiro pero llevaba una carta similar a la mia. Tanto que ambas se mezclaron y yo leí lo que la suya decía-

-A tí también... -le susurré- Han de tener a Kanade en las mazmorras... Mio seguro la acompaña- hablé como si lo conociera -Kiryu Zero -me presenté rapido y sin más comencé a caminar esperando me siguiera - Debemos apresurarnos... ellas han de estar sufriendo quien sabe lo que les han de estar haciendo, los cazadores de ese clan se destacan en tortura tanto física como psicológica -le conté caminando rápidamente .

Faltaba poco para llegar a la mansión.

Rapidamente me levanté y escuché sus palabras; él estaba en la misma que yo -Uchiha Sasuke- me presenté y sorprendido pensaba cuantas cosas les podrían estar haciendo a ambas chicas; me espanté.

-Tienes razón, debemos apurarnos- agregué mientras comencé a correr con él. Llegamos a la mansión y no hice más que tocar la puerta fuertemente, ya que no podía romperla así porque si.

-No se por que tocas -pensé un minuto si entrabamos a la fuerza podían dañarlas. Zero idiota me recriminé mentalmente y luego la puerta se abrió y un joven, de unos 18 años apareció. Cabellos entre azulados y plata , y ojos amarillentos, rasgos de la familia Okada.

-Se les espera en el dojo -dijo con tono seco mirándo con un deje de asco al chico pelinegro a mi lado - Y las armas que traigan, las dejan en la entrada del dojo, o Ichiro-Sama no los recibirá -dió media vuelta y nosotros entramos.

Me tensé, ¿querían que entregue mi blody rose? No. Definitivamente debía haber otra forma...

Debíamos planear algo con Sasuke, ¿pero que hacer?

Miré a Zero ante el último comentario del chico de cabellos azules -Tendremos que dejar las armas- susurré -Nos llegan a descubrir con ellas y le harán daño a las chicas- me tensé con solo pensar aquello.

Estas personas tenían mucho renombre, no había que subestimarlas. Dejé mi katana en la puerta y me dirigí al dojo, esperando que Zero me siguiera y vi a un hombre canoso sentado en posición de loto, justo en el medio.

-Bien, Aquí estamos- dije con respeto, pero a su vez firme, me iba a llevar a aquellas chicas, cueste lo que cueste.

-Dios... -susurré frustrada dejando de forcejear contra las cadenas que me apresionaban. Luego miré a Mio , ella estaba igual que yo .

Un ruido hizo que desviara la vista hasta los barrotes y noté que entraban algunos cazadores de mi clan. -El vampiro y el cazador han llegado aquí -dijo uno de los dos que habían venido - Son un par de idiotas han venido a la boca del lobo ¿creen que alguna de ustedes saldrá con vida? -me miró y luego a Mio - Nos dijeron que podiamos hacer lo que quisieramos con ustedes... -sonrió de medio lado y entró a la celda.

-Takuma, atrévete a tocarnos... y cuando me liberé te cortaré la cabeza -advertí haciendo que mis ojos se tornasen de ese color naranja que tenían cuando la furia me invadía y ese yo sádico salía - ¿Crees que no lo haré? -amenacé.

Tal vez estaba encadenada, pero no me dejaria tocar.

No pude evitar que hirviera mi sangre, traté de pararme pero caí nuevamente por causa de las cadenas. Mis ojos se volvieron más rojos que las veces anteriores, y mi cabello brillaba tanto que parecía pasar de ser negro a gris -Típico de una vampireza- dijeron con ese toque arrogante que tenían todo el tiempo.

Bajé mi rostro y traté de pensar, Zero...Sasuke -¡¡¿Por qué vinieron?!! ¡¡Les harán daño!!- grité con todas mis fuerzas esperando a que ambos chicos escuchasen y entren en razón, pero no habría cambio alguno. Al exclamar de tal manera, sentí la cachetada de uno de los cazadores -Idiota- completaron.

Tu hubieras hecho lo mismo si fuera Zero el que estaba en tu lugar mi mente nuevamente tenía razón.

-¿Saben?, Quería divertirme con ustedes, pero se me hicieron demasiado aburridas...acabaré con esto- dijo uno de ellos saliendo de la celda, seguido por los otros. Miré su mano y reconocí al instante lo que era -¡Kanade, aguanta la respiración!- hice el mismo movimiento cuando lanzaron a la celda algo que sacaba un humo...el cual conocía muy bien, "Somnifero".

Aguanté la respiración todo lo que pude, pero no pude más que comenzar a marearme y a toser...Kanade estaba igual que yo. Caería desmayada en cualquier momento, y lo sabía; pero no ahora.

-¡Takuma idiota! -grité al oir las palabras de Mio.

El humo comenzó a llenar el lugar, conocía ese veneno como la palma de mi mano. Lo había usado como instrumento de tortura justamente en alguno de los calabozos en los que ahora yo misma me encontraba apresada. Aguanté lo más que pude y luego no pude evitarlo, necesita oxígeno.

-Sasuke hasta cuando no estás eres un odioso -dije antes de caer desmayada. ¿Por qué había venido a salvarme?

-Bien, aquí estamos- dije a aquel hombre el cual estaba sentado en posición de loto -¿Qué quieres?- agregué un tanto arrogante.

-Un vampiro, debo hablar con un vampiro- susurró aquel mirándome con su rostro serio y totalmente helado -Y tu, por dios ¿Qué estupido cae en las manos de una vampiresa?- dijo mirando a Zero.

Luego de que dijeran eso, aparecieron unos cuantos cazadores y se acercaron con respeto; revisaron que no tuvieramos armas y, agachados, hablaron -Cumplimos con nuestro trabajo- dijo uno de ellos con una media sonrisa, mientras nos miraba a Zero y a mi; esa cara me pintaba mal.

Ante eso, el anciano malhumorado se paró a nuestra altura -Idiotas...la verdad es que me dan pena, así que los dejaré libre- mintió para luego sonreír de punta a punta -Total...esas dos...la vampireza y mi nieta, Kanade...ya estan M-u-e-r-t-a-s- la última palabra que dijo resonaron en mi cabeza y fueron como una bala en el pecho -No...- susurré para apretar los puños fuertemente.

No cumpliste...Sasuke.

Entramos, no sin antes dejar nuestras respectivas armas en la entrada. Fruncí el entrecejo apenas entrando al lugar más aún al oir como se refería a ambos. Al pelinegro y a mi.

--Total...esas dos...la vampireza y mi nieta, Kanade...ya estan M-u-e-r-t-a-s- Dijo y yo me quedé helado. Como si me hubiesen arrebatado la razón de respirar, o el propio oxígeno. -Muertas... -repetí aún estático y miré al chico a mi lado para ver si no había sido engañado por mi oido. No es posible ... oí la voz de mi mente negar lo innegable y apreté los puños con furia levantando el mirar hasta al hombre , lider del clan .

-¡MATÓ A SU PROPIA NIETA! -le reclamé enojado y craneando como recuperar mi arma rápidamente - Usted va a pagar -nada más oir eso se nos abalanzaron encima un montón de cazadores con katanas en sus manos.

-Oh genial y yo sin un arma! -me quejé tratando de defenderme con lo poco que sabia de lucha cuerpo a cuerpo. Yo era un especialista en armas, mas era un poco malo en cuerpo a cuerpo

Mio ... resonó en mi cabeza mientras le plantaba una patada a uno de los que me atacaban y luego miraba al pelinegro en señal de que había que recuperar las armas.

Todavía creía que era una mentira. Miré a Zero mientras luchaba y yo, que era un vampiro, corrí lo más rápido que pude, hasta la entrada del dojo, en busca de las armas. Llegué a esa parte y un cazador tenía en mano la Bloody Rose y mi katana.

-Suéltalas...o te muerdo- dejé salir mis colmillos por primera vez en años, y el estúpido hombre, dejando las armas en el suelo, salío corriendo.

Volví donde Zero y le lancé la Bloody Rose -¡Tenemos que comprobar si es cierto lo que dicen estos hombre es cierto!- cuando grité eso, el viejo-canoso-idiota hizo una señal de que paren y se puso en frente nuestro, mostrando autoridad.

-Estos jóvenes quieren ver si las chicas están muertas de verdad...pues vayamos a mostrarles- esas palabras quitaron aún más la esperanza.

Nos tomaron del brazo y nos llevaron a donde estarían ellas; la escena me aterró; ambas estaban inconscientes, pálidas, con los ojos cerrados...como si realmente estuvieran...

Tomé mi blody rose y luego oí las palabras del viejo ese. Yo tampoco creía que las chicas estaban muertas... No... traté de autoconvercerme. Y luego ambos fuimos guiados a las mazmorras del castillo para ver a las chicas... sin moverse , con los ojos cerrados.

-Mio.. Mio por favor yo se que no... -se me cerró la garganta al ver que ninguna se movía. No podía ni moverme y la cadena de mi arma cayó al suelo haciendo un ruido algo fuerte - ¡Despierten! -grité agarrándome a uno de los barrotes.


Es tarde... mi mente trataba de procesar lo que tenía en frente

Veía todo negro a mi alrededor, pero todavía estaba algo consciente de todo lo que había pasado. Un frío corrió por mi cuerpo cuando escuché las palabras de Zero, rogando, él creía que estábamos muertas.

-Mio.. Mio por favor yo se que no... - decía el chico, como si su garganta se cortara -¡Despierten!- desesperé internamente al oír eso.

Quería decirle a ambos que estábamos bien, ¡Demonios, quería hacerlo!, pero mi cuerpo no respondía. Lentamente fruncí el seño -Zero...- susurré sin abrir los ojos -Estamos bien...pero ustedes están en peligro- aclaré con la voz entrecortada, muy suavemente.

-Por favor; ¡Salgan de aquí!- lo último ya pude decirlo con un tono de voz más fuerte, pero algo hizo que mi cabeza doliera y que esta vez, cierre los ojos para no oír ni ver nada de lo de mi alrededor.

Oí que Mio susurraba algo y al oirlo sentí como si el aire volviese a ser algo que podía usar.

-Mio... -dije en un susurro y seguido oí las palabras del viejo cazador.

-¡No las mataron idiotas! -dijo enojado y mirando los cazadores que portaban Katanas amenazandonos a mi y Sasuke. -¡Pues las mataran en este mismo momento! -dijo comenzando a perder la razón y haciendo que sus ojos parecieran algo anaranjados y recordé alguna de las pocas veces que había visto pelear a la cazadora que ahora estaba inconsiente junto con mio.

-¡No las tocaran! -amenacé apuntandole mi arma, más este solo sonrió e hizo una seña de que nos atacaran.

Una docena de cazadores con katanas en mano se nos abalanzaron encima a Sasuke y a mi. Y otro dos intentaban entrar a la celda y acabar con kanade y Mio. -¡Oh no! ustedes allí no entran -dije disparando.

Cuando escuché hablar a Mio, una pequeña sonrisa se formó en mi rostro Sabía que estaban bien pensé esperanzado. Luego oí las palabras de aquel viejo y noté como unos cazadores se abalanzaban a nosotros y otros a la celda donde se encontraban las chicas.

Miré a Zero -Tú encárgate de que no las ataquen, yo me encargaré del viejo y los otros- agregué tomando mi katana y comenzando a luchar con algunos de esos fuertes luchadores...nuestras armas chocaban haciendo un estridente ruido.

Así estuvimos por un rato, cuando pude divisar que Ichiro se acercaba lentamente a las chicas y a Zero con aquellos ojos anaranjados típicos del clan
Si pierde la razón, ta como lo hizo Kanade aquella vez, esto será muy difícil.