Necesito volver a tu lado...(Kanade, Zero, Mio, Sasuke)

Miré toda la escena con duda en mi mirada hasta que oí palabras de Ichiro -¿Que esperas? -fruncí el entrecejo y tomé mi blody rose apuntando a Mio

¿Qué harás? mi mente me hizo dudar y el disparo que dí terminó solo rozando el brazo de Mio.

-¿No piensas moverte siquiera?- dije ofendido al notar que Mio no se movía un solo cm ante mis disparos -¡Defiendete de mi!

Bajé el mirar ante eso, y no pude evitar entristecerme ante lo que estaba pasando. Aún así, yo preferí mil veces morir en sus manos, que hacerle algún tipo de daño...que era lo que hasta ahora sin darme cuenta estaba haciendo.

-Zero...¡Acaba con esto; tu sabes que mi raza mató a tu familia!- exigí con una mirada seria, esperando que hiciera algo...quería que todo terminara rápido, al igual que Sasuke.

Miré a Mio y un dolor en mi cabeza me hizo detener mi disparo.

Entonces me abaché y la tomé de la ropa acercándola a la pared y manteniendo la allí.

-¿Por qué no te defiendes de mi ? -apunté el arma a su cabeza -¡Dime por que no lo haces! -exigí saber, mis ojos alternaban colores en ese momento. Como si hubiese una pelea en mi cabeza.

Sentí los movimientos de Zero y cerré mis ojos, esperando todo lo que pudiera pasar -No me defenderé...- dije y lo primero que se me ocurrió fue molestarlo, así como lo había hecho Sasuke para que se decidiera de un momento a otro.

Fingí una sonrisa y le miré a los ojos -¿Qué? ¿Tienes miedo? Pon a tus padres orgullosos y atácame- dije como podía puesto que esas palabras me dolían demasiado por dentro.

Miré con atención a Sasuke y fruncí el entrecejo al oir sus palabras. También oía lo que pasaba con zero y mio y me parecía todo tan estúpido y aquello también me producía un dolor en la cabeza que hacía entorpecer mis movimientos.

Entonces empujé a Sasuke al suelo y quedé parada frente a él con mi guadaña en su pecho, produciendo leves descargas en el. No tan fuertes para desmayarlo pero no tan débiles para que no le produjese un dolor.

-Defiendete te digo -exigi una vez más y una risa desquiciada se oyó por parte de mi abuelo.

Sentí las descargas en mi cuerpo y no pude evitar fruncir el entrecejo por el dolor -Creo que todavía no entiendes- levanté mi mirada hacia ella y suspiré -No pienso defenderme, eres demasiado terca- susurré lo último recordando que así era siempre.

-¿Y diciendolo que crees que encontrarás? Se que soy obstinada y me mofo de aquello -hablé frunciendo el entrecejo y agachándome , me acerqué un poco a su rostro y agarré su camisa acercándolo más a mi - Solo te daré una oportunidad más para que te defiendas -nuestros rostros estaban a unos cuantos cm. -Defiendete... mi kuroyami no se sentirá satisfecha con la sangre de un cobarde -

-Puede ser la sangre de un cobarde, pero es la de un vampiro ¿Crees que no le gustaría?- seguí hablando tratando de que atacara de una vez por todas.

-Soy un vampiro, si me defiendo, tendría que morderte y no creo que quieras eso...¡Por dios! ¿Te estoy dando la oportunidad de acabar conmigo así de fácil y no la aprovechas?- saqué mis colmillos para fingir que la iba a morder, aunque sabía que eso no lo haría nunca...Dale, ataca

-No me gustaría atacarte si no te defiendes -ella estaba entre la pared y mi cuerpo , con mi blody rose en la cabeza. Estaba a punto de darle el golpe final. Más guardé silencio y la observé fijamente

¿Qué haces? ¡Por que la estás lastimando! al oir eso dudé y quité el arma. Ella estaba llorando y yo no sabía que hacer .

-¡QUE HACEN USTEDES DOS! -ichiro gritó indignado - ¡Acábenlos de una vez! -dijo otra vez y yo estaba entre dispararle a Mio y el horror de mi mente gritandome mil cosas a la vez.

Escuché las palabras de Ichiro y miré a Zero, el cual estaba dudando -Vamos, hazlo- susurré esperando que siguiera, yo no podía ni quería quitarle lo que es la felicidad. Si yo no estoy aquí él podrá vivir tranquilo y sin preocupaciones con respecto al clan.

Miré sus ojos, yo no me defendería de él, no le haría daño; luego desvié la mirada...esperando -¡Hazlo!- exclamé casi rompiendo en llanto, pero sin dejar que mis lágrimas cayeran.

Las palabras de todas las voces de mi cabeza se agolpaban de golpe en un coro que me decía que terminara con esto , estaba equivocado ¿QUE DEMONIOS HACÍA CON MI BLODY ROSE EN LA CABEZA DE MIO? Ichiro hablaba y yo no sabía como reaccionar.

Kanade parecía dudosa con la guadaña puesta en el pecho de Sasuke , sus ojos alternaban colores, seguramente los mios no eran muy diferentes a los de ella. Cerré los ojos y bajé el arma . -¡ACABA CON ELLA! - El abuelo de Kanade gritó y mi coro mental lo imitóNO

En un movimiento rápido levanté el arma y la apunte justo en la frente de Mio, ella cerró los ojos con fuerza , seguramente decepcionada de mi, Kanade y Sasuke fijaron su vista en mi y al ver el intercambio de colores en la vista de la peliplateada , y notar algo en ellos , algo que me decía que todo esto que habíamos hecho hace apenas unos instantes estaba mal, me hizo caer en cuenta de que... A quien iba a disparar no sería a Mio, sería a Ichiro.

-Hasta aquí! -dije enojado con el seño fruncido y dando un certero disparo al pecho del viejo Okada que instantaneamente cayó herido al piso. No sabía si lo había matado pero al menos ahora no molestaría por un rato.

Estaba esperando que Kanade me atacar, cuando fijé mi vista en Zero; parecía decidido en dispararle a Mio, cosa que costó creer, cuando en un movimiento rápido apuntó y lanzó la bala al pecho de Ichiro.

El hombre cayó al suelo y yo me safé del agarre de Kanade, en el cual tenía su guadaña delante mio. Miré a la peliplateada y pude notar como sus ojos volvían a la normalidad; parecía haber acabado, así que me paré y me acomodé como podía tomando mi katana nuevamente y le di sus espadas a Mio que estaban junto a ellas.

-Malditos cazadores- susurró como podía Ichiro -Malditos vampiros- agregó, tosiendo y quedando inconsciente. Aún así, sabíamos que seguía vivo, pero nos daba tiempo.

Zero había terminado con todo, y yo sentía como si una presión muy grande se había liberado de encima mio. Ya no había más clan Okada y su grande Lider Ichiro Okada. Me sentía libre... pero... había algo más. Ya no había nada que saciara aquella sed de sangre de esa personalidad mia que a veces no podía controlar. Y ahora las voces de mi cabeza comenzaban un ataque mortífero a mi mente acusandome de todo lo que había pasado. Ichiro se retorcía en el piso, algunas voces me decía que debía ayudarlo otras que lo dejara sufrir.

Me tumbé al suelo, y dejé que las lágrimas saliesen de mis ojos libremente tomándome la cabeza fuertemente con ambas manos, kuroyamie yacía a un lado mio, en su forma de vara .

-Basta... -dije en un susurro ahogado- Ya todo se termino.. ahora dejenme en paz -rogué a todas esas alucinacines en mi mente que ahora se dignaba a atormentarme. Justo ahora que todo debía ser bueno.

Justo ahora que podía ser libre.

No podía evitar que la confusión me invadiera...estaba feliz y descespcionada a la vez; no quería haber muerto pero tampoco quería que el sufrimiento atormentara a ambos cazadores.

Miré al hombre que estaba en el piso y luego noté como Kanade se arrodillaba soltando lágrimas de dolor, tristeza, me acerqué a ella poniéndome frente a su altura y la abracé lo más fuerte que pude; no podía hacer otra cosa más que esa -Kanade...- susurré sin soltarla. Ella me había ayudado antes y yo la ayudaría ahora, aunque aún no estaba muy segura de todo eso -Ya todo terminó- agregué finalmente.

-Acaba de empezar -dije al sentir el abrazo de Mio, las voces seguian atosigándome más y más.

Traicionaste tu clan... tu familia ¿que harás? ¿Te irás con los vampiros? Dejarás que beban tu sangre... que se multipliquen... eres un verguenza... -Silencio... onegai -rogué una vez más y luego me abracé más fuerte a Mio enterrando mi rostro en su cuello.

Entonces me desesperé , y agarré a Kuroyami. No quería que nadie se me acercara.

-Largo -ordené los tres presentes. Kuroyami aún estaba en su forma de guadaña . Noté la sorpresa en los ojos de todos, pero no estaba bien conmigo misma en estos momentos.

Noté que aún sentía que estaba luchando con su mente, le miré y vi con sorpresa que agarraba a Kuroyami que aún estaba de forma de guadaña. Ella no se había separado de mi, era más, había apretado el abrazo, se notaba que sufría.

-¿En serio crees que te dejaremos sola cuando estás mal? ¿En serio crees que así se supone que son los amigos?- dije seriamente sin soltarla aún -De aquí nos iremos los cuatro, ya te lo dije y lo repito, nadie dejará que te quedes sola- agregué; nunca iba a permitir que una de las pocas personas que me había prestado su amistad de aquella forma esté sola sufriendo.

Apreté mas el abrazo y esperé a que soltara el arma, sino, esperaría a que su mente deje de atormentarla.

Gracias...repetía mi mente pensando en los tres que estaban presentes; ellos habían hecho que yo tuviera un propósito, personas a las que anhelara proteger.

-Si Ichiro fue capaz de todo esto -miré a Sasuke y Zero seriamente - ¿No me creen peligrosa a mi también?

Hice una pausa larga. Las voces en mi mente parecían calmarse en cierta forma y más por las palabras de mio.

-¿Qué pasa si un día yo los quiero asesinar? ¡SI NO ME PUEDO CONTROLAR! -Grité

-Se que no harás eso- susurré calmándola -Tu no eres como Ichiro, te conozco y se que ya hubieras acabado conmigo o con Sasuke luego de todas las oportunidades que tuviste si fueras como él- agregué sonriendo, tratando de que se calme, al parecer había efecto en ella -Baka, testaruda- susurré para luego soltar una pequeña risita sin separarme de ella, esas eran las palabras que siempre decía y iban perfecto con ella...al menos desde mi punto de vista.

Me olvidé de todo lo que ocurría alrededor y me centré en que ella dejara de sufrir de aquella manera tan terrible.

Suspiré con todo lo que pasaba, esto era sumamente extraño y comprendía perfectamente a Kanade , ella había sufrido el yugo de ser cazador desde muy pequeña y uno mucho más pesado que el mio.

-No te preocupes Kanade, nos tienes a todos para detenerte si algo malo quieres hacer -dije bromeando y soltando una leve risita por eso.

Me acerqué a Kanade y me agaché; la situación era extraña, pero de una forma u otra comprendía a Kanade -Sabemos que no nos harás daño- jugué con sus cabellos revoloteándolos un poco y sonriendo mostrando que todo estaba bien, que no tenía de qué preocuparse.

Vi como Mio la soltaba de su abrazo puesto que ahora estaba más tranquila y yo sequé sus lagrimas con mi dedo -Ahora...no llores, te ves más bonita cuando sonríes- susurré mirándola a los ojos con esa sonrisa juguetona y traviesa que siempre hacía cuando ella estaba presente.

Ichiro aún estaba inconsciente y lo estaría por un buen rato, eso nos daría tiempo de salir, si pensábamos hacer eso.

Suspiré y le sonreí a Sasuke de forma cálida , manera que solo usaba cuando estaba con él. Luego como pude me levanté y caminé hasta mi abuelo, me agaché y toqué su cuello para saber si había pulso. No... no había pude sentir que algo en mi se detenía pero no sabía que .

-Lo siento... tú nos obligaste -susurré y sentí como si todo se hubiese vuelto negro, ya mis fuerzas se habían ido y yo me había desplomado pesadamente al suelo.

Usar a kuroyami cuando no tenía fuerzas hacía ese tipo de efectos

Miré como Kanade se desmayaba luego de verificar que Ichiro estaba muerto, cosa que me sorprendió. El desmayo era lógico; vi como Sasuke se acercó a ella y la tomó en sus brazos de una forma dulce y suave...sonreí ante eso, puesto que yo ya sabía que ellos pronto serían pareja.

Nos acercamos a la puerta y yo guardé en mi espalda ambas espadas que aún no estaba acostumbrada a usar, puesto que hacía dos días las tenía...aún así me habían servido de mucho. Abrí la puerta de la salida y dejé que Sasuke con Kanade pasaran adelante, para luego dirigir mi mirada al otro chico, Zero, y sonreír dulcemente; me había ayudado muchísimo en todo y también, como dije antes, me había dado un propósito, alguien a quien proteger y saber en quien puedo confiar...al igual que Kanade y Sasuke, el cual se me había dado la oportunidad de conocerlo mejor en estos días.

No me sorprendí por el desmayo de Kanade,incluso yo estaba al borde de uno, luego nos dirigimos hasta la salida y yo solo correspondí de manera silenciosa la sonrisa de Mio y entrelacé su mano con la mia.

-Todo terminó - Le susurré. Ahora los cuatro iriamos al instituto para ver que era de nuestras vidas a partir de ahora.

Y yo sabía que algo malo traería la muerte del lider de un clan de cazadores , pero no quería pensar en eso ahora.