Caminando entre las sombras [Público]

—Bueno, lo tomaré como un cumplido. Gracias.—dije con algo de ironía falsa en mi voz. Cerré los ojos y me concentré solo en sentir el tacto extraño que ahora compartíamos.

─ De nada, ─ susurré muy bajo y respiré hondo pensando en algunas cosas, ─ estas situaciones me traen recuerdos... muy gratos por cierto, ─ no pude evitar sonreír por mi palabras y luego comencé a concentrarme en el ambiente, guardando silencio.

— Sí, concuerdo con eso...cuando nos conocimos, hace poco empecé a pensar en eso. Que irónico...creo.—murmuré en tono bajo pero el pudo escucharme, supongo.

─ Para ese entonces tu y yo eramos niños aun... realmente niños, ─ reí un poco recordando eso viejisimos tiempos donde nos conocimos en el antiquísimo Egipto.

—Uhm...ni nos imaginábamos terminar así. Tienes razón, eramos verdaderos niños e ingenuos...—susurré reflexionando y siendo agolpada por algunos recuerdos agridulces que llegaban a mi mente.— Pero no me arrepiento de nada.— sonreí hacia mis adentros.

─ No hay de que arrepenterise y, aun si lo hiciésemos... no hay vuelta atrás, ─ le dije besando su mejilla levemente aun con mi mentón apoyado en su hombro y lleve mi vista al frente.

—Sip, tienes razón.— Susurré cerrando los ojos y con una fina sonrisa en mis labios al sentir su beso en mi mejilla.

Spoiler:

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Sonreí al notar su reacción y volví a besar su mejilla para deshacer de poco el abrazo que aun mantenía en ella; me levanté y le miré por un momento.

─ ¿Gustas acompañarme?, por los viejos tiempos, ─ reí un poco estirando mi mano mirándola.

—Por los viejos tiempos.— Repetí con una cándida sonrisa mirándolo fijamente, asentí con la cabeza antes de levantarme y acepté la mano que me tendía con gracia y una sonrisa boba.

Le atraje hacía mí y coloque una de mis manos en su cintura y la otra tomando la suya; le miraba de una manera que se me hace difícil explicar y, es que en ese momento por mi cabeza estaban pasando tantas cosas. Suspiré y comencé a moverme muy lento y en silencio.

—Nunca fui buena bailarina, ¿no te lo dije?—sonreí con gracia siguiendo sus movimientos y depositando mis manos en sus hombros, mirándolo fijamente y una sonrisa.

─ No hacía falta, lo eh notado en todos estos años, ─ dije con un tono lleno de humor pero, conservando el ambiente.

—Ah, no te hagas el tonto.— Fruncí el ceño y me incliné hacia adelante escondiendo mi rostro en su pecho. Me acerqué un poco más a él y suspiré.— Francamente, eso me trae miles y miles de recuerdos.

─ Ah, que bueno, ─ dije de forma rápida aun un tanto bromista, ─ y serán miles y miles más, ─ bajé mi rostro un poco, a modo de mirarla directamente a los ojos y conservé mi sonrisa.

—Espero que así sea.— Respondí levantando mi mirada y chocando la mirada con la de él, nunca me cansaba de ver sus ojos.— Aunque es raro, por que son cosas que solo recuerdo en estas situaciones.

─ Supongo que, hay tantas cosas en tu mente, que solo salen en ciertos momentos que las reviven, ─ sonreí levemente acercándome un poco, sus ojos estaban fijos en los míos y viceversa, lo cual era algo que personalmente disfrutaba.

—Sí, tal y como sucede ahora. Se me viene a la mente nuestro primer baile...cuando eramos niños,— Sonreí antes ese recuerdo agridulce. Éramos demasiado inocentes para ello y ninguno se imaginaba quer acabaríamos atesorándolo miles de años luego.

─ Lo recuerdo... y todos nos miraban de manera extraña por el simple hecho de ser tu y yo, ─ nuestro primer baile, eso había ocurrido en la primera fiesta a donde se me permitió asistir por allí con ocho o nueve años y, también era raro que lo recordara. Sonreí reviviendo ese recuerdo.

Reí asintiendo con la cabeza y me abracé mas a él. Seguimos bailando, lento. Cerré los ojos y me apoyé en uno de sus hombros, pensando en qué locura habíamos hecho aquella vez.— No recuerdo que sucedió luego, pero en el momento fue divertido, mucho.

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─ Yo lo recuerdo, ─ comenté con cierta gracia, ─ mis padres se molestaron con los tuyos y no dejaron que nos viesemos en una semana, ─ murmuré quedo acariciando sus cabellos, ─ aunque, tu eras mi mejor amiga, no podíamos pasar ese tiempo separados, ─ no pude evitar reír apoyando mi cabeza sobre la suya mientras seguíamos en aquel movimiento quedo y simple.

Soplé fingiendo molestia, respondiendo al suave vaivén simple que manteníamos— Gracias por recordarme aquello....nunca olvidaré esa reprimenda por parte de mis padres.
Reí un poco ahora me causaba gracia, pero en aquel entonces no era, para nada, gracioso.

─ Lo se... mis padres me regañaron por "no tratarla como estaba escrito en las reglas", ─ murmuré ladeando la cabeza con cierto sarcasmo, ─ ellos creían que seríamos como mis hermanas con sus esclavos, eso era inhumano, ─ cerré los ojos y suspiré con pesadez; yo ciertamente jamás había entendido el termino esclavitud, hasta que nací como uno.

Según recordaba solía hablar con Saya, cuando eramos niños, jugar como eso y hacer cosas acordes a amistad pero, mis hermanas habían sido otra cosa. Ellas les maltrataban.

—Tus hermanas eran fastidiosas. Incluso a mi me molestaban....—suspiré cerrando los ojos y abrazándome más a él. No sé si sabía aquello, pero mis hermanos y yo salíamos bastante mal luego de atenderlas específicamente a ellas.— Pero, ya pasado el tiempo, a nadie le guardo rencor.— exhalé un suspiro desganado formando una sonrisa al final.

Sonreí correspondiendo a su abrazo.

─ Lo se... nunca estuve de acuerdo con sus creencias de superioridad, ─ susurré, ─ pero, como bien dices ellas murieron hace mucho, teniendo a un hermano al que consideraban una vejación de la naturaleza, ─ no evité reir ante eso, era algo raro hablar de mi familia en ese sentido puesto que no tocaba mucho ese tema, con nadie, ─ pero, realmente me caían bien, y tus hermanos también aunque... me fastidiaban de vez en cuando, ─ formé una leve sonrisa dedicándole una mirada pasiva y lenta

—Estaba claro que no querían que ningún chico se atreviera a acercarse a su hermanita.—mencioné con gracia, mucho más que antes y algo sarcástica.—Lástima que no les ha funcionado.—murmuré por lo bajo refiriéndome a que, de todos modos, Minato y yo nos encontrábamos cómo y cuando queríamos, y al final estamos juntos.